sábado, 4 de octubre de 2008


Ya no puedo seguir callando Mi tiempo se convierte en lágrimas Vigilarás el viso de mis laureles en confabulación con el arco iris Y por amor lloraste lo sabe el desconocido Tántalo de polietileno, indultado por un coro de plegarias Perfidia alrededor del adefesio sonrojado Se desmaya el espejismo Afresa dulcedumbre Creo que atacaría al atardecer y las tempestades opacarían todo el esplendor de tu falacia obstinada Dejarte a la noche porque lloraste, otra vez lloraste...

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